Desde la pandemia, los mercados se han comportado de forma anómala. Un ejemplo de ello es la ocurrencia, con cierta regularidad, de una amplitud de mercado deficiente. En otras palabras, el SP 500 ponderado por capitalización bursátil sube, pero cada vez menos acciones participan en el repunte. Por ejemplo, en el Comentario del lunes, analizamos el caso actual de amplitud de mercado deficiente. A saber:
La amplitud del mercado también se ha reducido, como se muestra, con menos del 60% de las acciones del SP 500 por encima de sus promedios móviles de 50 y 200 días, lo que resalta la dependencia de la tecnología de mega capitalización para apuntalar los niveles del índice.
Dado que hemos visto muchos casos de mala propagación en los últimos años, vale la pena cuantificar el número de casos antes y después de la pandemia.
El gráfico a continuación representa el SPY en una escala logarítmica frente a los casos de amplitud negativa. Esta amplitud negativa se refiere al diferencial de rentabilidad a 50 días entre la capitalización bursátil (SPY) y el RSP SP 500 con ponderación equivalente, con una desviación estándar de dos desviaciones respecto a la norma.
Entre 2003 y la pandemia, se registraron 38 casos diarios. Todos estos casos ocurrieron entre octubre y diciembre de 2008, en pleno apogeo de la crisis financiera. En 2020, se registraron 52 casos. Al igual que en 2008, los episodios de baja amplitud acompañan a períodos de alta volatilidad.
Sin embargo, desde 2020, se han registrado 95 casos. Esto representa casi el triple de la cantidad ocurrida en los 17 años previos a la pandemia. Además, muchos de estos casos no ocurrieron cuando los mercados estaban en crisis.
Si bien el mal ancho es sin duda una advertencia hoy en día, debemos tener cuidado de apreciar que esta advertencia no ha sido un gran indicador recientemente.
El IPC resulta como se esperaba
El IPC subió un 0,2% como se esperaba, manteniendo la tasa interanual del IPC en el 2,7%. En resumen, fue justo lo adecuado: ni demasiado alta ni demasiado baja. Si bien la tasa mensual anualizada es del 2,4% y superior al objetivo de la Fed, los últimos datos deberían disipar la preocupación de la Fed sobre el alto grado de inflación de los aranceles.
La tabla a continuación desglosa la inflación por categorías y ponderaciones. Los precios de la vivienda y los alquileres siguen bajando lentamente, lo que compensa la presión ejercida por artículos con ponderaciones mucho menores. Por ejemplo, el calzado subió un 0,9 % el mes pasado tras haber bajado en los meses anteriores. Sin embargo, la caída del 0,1 % en los precios de la vivienda compensó el aumento del calzado por un factor de 4.
Es posible que el aumento de precio del calzado debido a los aranceles sea puntual y no persistente. Por ejemplo, si se aplica un nuevo arancel del 10 % a un artículo y este se traslada íntegramente al consumidor, los precios deberían subir un 10 %. Sin embargo, ese aumento del 10 % ocurrirá cuando el arancel entre en vigor.
Por lo tanto, es probable que la variación de precios en los próximos meses vuelva a sus valores anteriores. Además, con precios más altos, algunos consumidores podrían impactar negativamente la demanda al retrasar sus compras o adquirir un producto diferente y más económico. En consecuencia, las empresas que subieron sus precios debido a los aranceles podrían verse obligadas a reducirlos después de la aplicación de estos. En algunos casos, podríamos observar desinflación o deflación tras un aumento de precios.
Fuente: inversión